Repartidores por todos lados, corriendo en la carretera. Gente por todas las aceras comprando, estresada. Tenderos con prisas, que te atienden casi sin mirarte. Y al llegar el domingo todo eso cambia. Casi no hay coches por la calle, la gente leyendo el periódico tranquilamente, las persianas bajadas. Ojala todos los días de la semana fueran así, sin prisas y sin estrés, disfrutando del momento. Solo es cuestión de tomarnos la vida de otra manera, más pausada y relajada.
Solución/ebazpena: "Siempre ha habido clases": calle Larrinaga, Amurrio (Álava). [27/5/2011]
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