2011-06-30

Consolándose con lo que hay

En verano todo se centra en intentar refrescarse un poco: piscinas, terracitas con sombrillas, litros de líquidos,... Pero también importa escapar un poco de lo cotidiano, de las caras y las calles que vemos todos los días al ir a trabajar, de la rutina al fin y al cabo. Por eso la mayoría de la gente escapa a las playas en estos meses, es la combinación perfecta para solucionar todos esos problemas. Para los que se tienen que quedar en casa quedan las piscinas, como una especie de premio de consolación por no poder irse a ningún otro lado.

Solución/ebazpena: "Un resquicio por el que escapar": calle Landako, Amurrio (Álava). [15/6/2011]

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