Sea invierno o verano los lugares umbríos siempre acaban triunfando. No es precisamente por el alivio que puedan ofrecer frente a un ardiente sol a un chaparrón ocasional. Es su falta de luz su principal característica y por lo que estos lugares son tan usados. Suelen tener otras muchas detalles en común, estar apartados de el bullicio de la gente o la falta de limpieza. No hay nada como un buen sitio oscuro para hacer cosas un tanto oscuras.
Solución/ebazpena: "Mi ciudad, mi museo": plaza de Oriente, Madrid (Madrid). [21/11/2010]
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