Dar con la tecla a la hora de solucionar los problemas que se nos presentan en esta mundana vida, muchas veces suele costarnos mucho tiempo. La falta de indicios o el exceso de estos, la complejidad de la situación o la simpleza de esta, la inexperiencia o la edad, e incluso las ganas de colaboración de la propia compleja cuestión, son entre otros muchos factores, los responsables del subsane de la dificultad.
Pero el problema verdadero, viene cuando damos con más de una tecla . ¿Cuál de todas es la idónea?
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