Quizás por la evolución del ser humano o al menos de las de sus maneras de vivir, han llegado hasta nosotros una serie de artilugios que no tienen más menester que facilitar la dinamización física de aquellos que, en muchos casos, cuando fueron niños no tuvieron un columpio donde brincar.
Si ya IRIX nos habló hace un tiempo, en su entrada "Mens sana in corpore sano" de las utilidades de estos aparatos, yo quisiera centrarme en otra cosa.
Y es que, aún siendo unos mecanismos de lo más elementales están consiguiendo ganarse un hueco en el urbanismo actual. Será porque como dicen las estadísticas, la población tiende a crecer es sus franjas de mayor edad. Lo importante será que estos columpios no extingan a los columpios infantiles, pues si así ocurriera, sería señal de que la natalidad hubiese disminuido en exceso, y por tanto, estaríamos condenados también nosotros a desaparecer.
Ebazpena/solución: "Las apariencias...": Mercado Medieval de Vitoria-Gasteiz (Álava) [2010-09-25]