Jugar y sentirse como un niño. Es una de las cosas que los adultos en los momentos de estrés y alteración deseamos con tal de evadirnos. Recuperar esos años en los que eramos felices jugando y correteando por la calle.
Pero como todo en esta vida, depende del cristal a través del cual se mire, y esos niños que juegan y se divierten saltando a la comba o jugando con una pelota ansían con crecer y hacerse mayores.
Con ser bomberos, panaderos, deportistas de élite, médicos, maestros, administrativos o ingenieros. Sueñan con ser adultos, y poder comportarse como tales, trabajar, formar una familia, enamorarse, conducir, estresarse y querer jugar para evadirse...
Cosas de niños, ¡vaya!
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