Las estrategias de mercado son muy astutas y saben hacia donde apuntar.
Y aprovecharse del fenómeno fan es un recurso muy habitual en el cine o la televisión. Contratar al joven y apuesto actor de moda o a la guapa y sensual actriz de veinte años para participar en la serie o película en cuestión asegura unos índices de espectadores nada despreciables.
Fervorosas y fervorosos adolescentes, siguen en masa a los actores en las promociones de los largometrajes y premieres televisivas. Se sacan fotos con ellos, les piden autografos y les gritan sin parar. Pero ese estereotipo no siempre es así, las fans las encontramos por doquier aunque no sigan en masa a famosos personajes de la farándula ni todos los fanáticos son quinceañeras efervescentes.
Calle Eduardo Dato en su intersección con la calle San Prudencio, Vitoria-Gasteiz (Álava)
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