Atrás quedarán las noches aquellas en las que potentes farolas se encargaban de iluminar el suelo que pisábamos, el entorno por el que nos movíamos y hasta el cielo que ni tan siquiera mirábamos.
Ahora, los faroles callejeros alumbran distinto. Las nuevas tácticas de ahorro energético y económico de las administraciones y las exigencias de las altas instancias europeas nos llevan a zonas menos iluminadas de lo que estábamos acostumbrados.
Y que sea así, nos gusten o no, estas medidas se han de tomar para la continuidad de la Madre Tierra. Y ademas, la noche es noche y oscura. ¡¡Pero tampoco había que tomárselo tan a pecho!!
Solución/ebazpena: "El imperio ataca de nuevo" : Juan Urrutia Udal Parkea, Amurrio (Araba) [2011/04/20]
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