Para reírnos de la gravedad y zarandearnos un poco no hay nada como un buen columpio. Aunque más que un columpio, con esa forma redondeada, ese asiento y cuerdas por todos los lados, me recuerda a un entrenamiento para astronautas. Puede que ese sea el propósito secreto de los columpios, enseñar a los hombres del futuro como ese ser un astronauta. Sería interesante que fuera cierto.
Solución/ebazpena: "De cualquier manera": calle Jose Picaza, Amurrio (Álava). [30/4/2011]
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