Seguramente dentro de muchos años nadie usará un llamador aunque para que esas nuevas generaciones lleguen a dejar de usarlos han de pasar muchos años. De momento, esos adultos del futuro viven despreocupados y felices, como antes nosotros no piensan más que en divertirse y jugar. Ahora es tiempo de que enseñemos a los niños como usar un llamador, o lo que es más importante: a ser mejores personas o a conservar nuestro planeta para que otras nuevas generaciones puedan olvidar a usar otro aparato.
Solución/ebazpena: "Mejor villanos": calle Obispo Etxeguren, Amurrio (Álava). [24/2/2011]