La llegada de la vejez

Yo, que desde joven trabajé duro para ganarme el pan de cada día, solo, sin ayuda, sin una mano amiga, ni un brazo en el que apoyarme, me veo ahora incapaz de dar un paso sin tropezar. Yo, que os sujetaba con firmeza para que no cayerais cuando comenzabais a dar vuestros primeros pasos y que os acariciaba cuando llorabais, necesito ahora que seais vosotros los que me ayudeis a asearme y hasta a comer, porque mi mano temblorosa no me permite sujetar un vaso sin derramar parte de su contenido. Yo, que recordaba números, nombres, fechas y caras, que no necesitaba agenda, ni cuaderno que trajera a mi memoria datos pasados, olvido a veces quiénes son las personas que más me quieren.

Ya solo soy una sombra de lo que fui. Una vela que se va consumiendo poco a poco como consecuencia de la vejez y la enfermedad. Ahora necesito vuestra ayuda más que nunca. Vuestra ayuda, comprensión y cariño. Lo único que necesito para seguir viviendo. Eso y nada más que eso.

Solución/ebazpena: "Cuidado con el perro": Abiaga, Amurrio (Álava) [16/02/2011]