
Pongamos como ejemplo un perro, el amigo fiel del que ya os hablé hace unos meses. Animales domésticos acostumbrados al trato con las personas, dóciles y aparentemente inofensivos, sobre todo si están bien adiestrados. Hasta aquí todo bien, ¿verdad? Sin embargo, no es oro todo lo que reluce ya que en muchas ocasiones leemos o escuchamos noticias sobre perros que han atacado, no solo a extraños, sino también a sus propios dueños. Y es que la reacción de nuestro animal ante un estímulo externo es impredecible. Puede que lo que para nosotros no es más que una caricia o parte de un juego, el can lo vea como una posible amenaza y comience el ataque.
Por eso, aunque a veces nos duela verlos así, las cadenas y correas que rodean sus cuellos y los bozales que sujetan sus mandíbulas son, a veces, necesarios. De todas formas, aunque estén atados, a veces es más sensato no acercarse demasiado.
Solución/ebazpena: "¿De qué marca es?": Amurrio (Álava) [24/06/2010]
Por eso, aunque a veces nos duela verlos así, las cadenas y correas que rodean sus cuellos y los bozales que sujetan sus mandíbulas son, a veces, necesarios. De todas formas, aunque estén atados, a veces es más sensato no acercarse demasiado.
Solución/ebazpena: "¿De qué marca es?": Amurrio (Álava) [24/06/2010]
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