Estos días hemos visto vacas y rinocerontes, animales al fin y al cabo, y siendo los humanos como somos, los más probable es que, al final, acaben en nuestros estómagos. Para esos y otros menesteres existen los mataderos, lugares que debido a lo que se hace en ellos acaban siendo un poco siniestros. Puede que sean cosas de la imaginación pero siempre tendremos una visión negativa de esos sitios, tal vez porque no sabemos muy bien lo que sucede dentro, y lo peor es que los alrededores de esos edificios acaban siendo lugares poco frecuentados, que generan una extraña animadversión a transitar por ellos. Es curioso que sea así cuando a casi todo el mundo le gusta comer un buen filete de vaca, o de lo que se sacrifique dentro sea lo que sea.
Solución/ebazpena: "Cambiando las formas": Los Arquillos, calle Mateo Benigno de Moraza, Vitoria (Alava) [10/12/2009]
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