Cuando somos niños, todos, sin excepción, contamos con gran imaginación que nos lleva a vivir aventuras que solo ocurren en nuestra mente, a dibujar y colorear seres de fantasía y a disfrutar con cualquier juguete, aunque no sea el último del mercado.
Poco a poco muchos vamos perdiendo esa cualidad y solo algunos la conservan como si fuera un don. Es el caso de escritores de grandes novelas, pintores, escultores, músicos, etc. que se valen de su imaginación para convertirla en su modo de vida.
Sin embargo, no todos los artistas de la imaginación son famosos y crean obras mundialmente conocidas. Cuando la necesidad aprieta, cualquiera echa mano de ese don olvidado y se vuelve artista. Unos crean instrumentos con tubos, cuerdas viejas y trozos de metal para poder ganar lo suficiente para comer ese día. Otros se hacen ropa de retales o le fabrican a su hijo pequeño una bicicleta con trozos de madera... En este último caso el padre no ganará millones con su obra pero seguro que se ve recompensado con la sonrisa del niño.
Solución/ebazpena: "Pintadas necesarias": Orduña (Bizkaia) [4/06/2011]
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