Hace ya unos cuantos meses, en su entrada titulada "Espantando", Buuador nos homenajeaba a unos personajes de cuento que, colocados en huertos y fincas, ahuyentan a las aves que descienden a la tierra para hacerse con un par de semillas o frutos. Los espantapájaros cumplen su función hasta cierto punto, ya que una vez descubierto el truco ya no hay hombre de paja que valga. Por este motivo, los agricultores, echando mano de su imaginación, han buscado una alternativa para soprender a estos animalitos con el pico en la fruta y por eso ahora ya no es difícil encontrar CDs colgando entre las ramas de los árboles. El movimiento y los destellos de los discos compactos asustan a las aves que salen despavoridas hacia un lugar seguro. Veremos cuánto les dura el susto...Solución/ebazpena: "La sombra de una palmera": Cangas de Onís (Asturias) [11/08/2008]
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