Como ya apuntaba Joey ayer, en otro tiempo era normal ver a animales tirando de carros que transportaban víveres, herramientas y otros enseres. Con la llegada de la automoción esta costumbre pasó de moda, pero el concepto del carro no se perdió del todo, más bien se modificó para nuestra comodidad. Ahora están sobre todo disponibles en supermercados para hacernos la compra más llevadera. Los clientes, para acceder a ellos, no tienen más que insertar una moneda por una ranura y liberar el gancho de sujeción. Al terminar se hace el proceso a la inversa para volver a casa quizás con otros carros de menor tamaño, aunque más manejables.
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