Las palmeras nos evocan recuerdos de parajes cálidos e incluso exóticos. Las asociamos con oasis en mitad del desierto, playas de arena blanca y fina junto a un mar de aguas cristalinas y otros parajes naturales de incomparable belleza. Sin embargo, en la costa cantábrica (entre otros lugares) es fácil encontrarlas frente a grandes palacetes de estilo colonial.
Los indianos, es decir, emigrantes o descendientes de emigrantes de antiguas colonias españolas en América, que viajaron allí en busca de una oportunidad, plantaban, al regresar enriquecidos, grandes palmeras en recuerdo de su vida pasada. Eso les servía además para demostrar al resto de habitantes que la suerte les había sonreído y que no habían vuelto con las manos vacías del otro lado del charco.
Solución/ebazpena: Coto privado: Abiaga, Amurrio (Álava) [15/10/2010]
Solución/ebazpena: Coto privado: Abiaga, Amurrio (Álava) [15/10/2010]
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