Tras la tormenta dicen que llega la calma, aunque realmente, después de una tormenta, una riada, un incendio, una batalla o una fiesta lo que nos quedan son los restos. Esos restos que son un superficial recuerdo de lo que en su día fue y ya no es. Para muchos mantenerlo es señal de nostalgia y orgullo y para otros lo más importante es hacerlos desaparecer para ocultar lo que se ve en ellos.
Claro está que somos libres de hacer lo que nos plazca pero... por qué no recordar o por qué no borrar.
Solución/ ebazpena: "Capullos, cabritos y cabrones": "El cruce", El burgo (Málaga) [2010/05/02]
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