El Paraíso es un sueño, pa'qué te voy a engañar, aquí todo tiene dueño como en la vida real...*
La picaresca humana llega hasta tal punto, que ya nuestros antepasados tuvieron que inventar un elemento denominado candado y que sirve para unir un objeto móvil a uno que no lo es con el fin de conseguir que hagamos caso a aquello del "no robarás".
De distintos tamaños, colores y diseños hoy en día siguen siendo elementos visibles allá por donde nos movamos. Desde custodiando un diario adolescente hasta impidiendo la apertura de una puerta.
Y es que estos candados, no son más que un reflejo de nosotros mismos, desconfiados y resistentes llaves que no son la que nos gusta, impiden el acceso de otros para que vean lo que guardamos al otro lado como si de secretos imperiales se tratase. Lo malo es que también nos impiden que atravesemos esa puerta de dentro a afuera, para poder ver que el mundo exterior tiene mucho que decir. Igual no somos tan abiertos como decimos ser.
* "Atunes en el Paraíso", Javier Ruibal
Solución/ ebazpena: "¡¡¡ shupando los mantecaos!!!": Campa de los Ingleses, Bilbao (Bizkaia) [2010/05/27]
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