Las cosas antiguas o añejas nos pueden gustar más o menos, pero no cabe duda de que tienen su encanto. Y sino que se lo pregunten a enólogos y amantes del buen vino. Que les den a elegir entre un vino jóven que no ha pasado más que unos meses en las barricas antes de su consumo, o uno añejo con años de maduración en estos barriles, normalmente de roble, impregnándose de olores que esta clase de madera les cede.
Y si no nos gusta el vino... quedémonos al menos con sus también añejos recipientes que, con un poco de imaginación, nos pueden venir bien para que apoyemos aunque sea otro tipo de zumos de frutas en la terracita de algún bar. ¿Qué os parece?
Solución/ebazpena: "El ahorcado": Bodegas Heredad Ugarte, Laguardia (Álava) [18/04/2010]
Calle Iturralde, Amurrio (Alava)
ResponderEliminar