En casi cualquier aspecto de la vida podemos ver que existe cierta dualidad, como si cada faceta de la vida tuviera dos caras de una misma moneda, dos extremos opuestos y, muy a menudo, irreconciliables. Alto y bajo, grande y pequeño, amor y odio,... parece que todo debe tener su opuesto en la vida, algo complementario y contrario que haga mejorar ambos extremos. Aunque nunca debemos quedarnos en los extremos, hay que buscar el equilibrio perfecto para cada cosa y cada momento, oscilando entre esos dos extremos. La escultura de nuestra foto también sufre de esta dualidad, entre algo grueso y un elemento fino, ¿cual será el equilibrio?
Solución/ebazpena: "Echando raices": Plaza Amarica, Vitoria (Alava) [23/11/2009]
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