Y cuando por fin todas esas gotitas de agua llegan a su fin, lo que se encuentran es a gente en las playas. Haga frío, sol, llueva o nieve incluso, siempre hay gente dispuesta a ir a las playas para tomar el sol o dar un agradable paseo. Tal vez por eso mismo siempre estamos buscando la playa perfecta, la menos visitada o la más cercana a casa. El problema es que miramos siempre a la costa y nunca hacia el interior, no como estas ovejitas que parecen estar en la gloria en su pequeña playa particular. Pobrecitas como alguien las descubra solas en esta extraña playa.
Solución/ebazpena: "Los perjudicados de siempre": calle San Prudencio, Vitoria (Alava) [29/3/2010]
Pantano de Maroño, Aiara.
ResponderEliminar