Subir cuestas nunca es agradable. Ya sea en nuestro pueblo, en una etapa pirenaica durante una carrera ciclista o en pleno mes de enero. Requiere un esfuerzo físico extraordinario que inconscientemente nos lleva a desmotivarnos en la acción. Y generalmente al llegar al final de la cuesta el tramo recorrido nos parece más largo de lo que es.
El problema viene cuando tenemos que continuar la ruta. ¿Seguimos adelante subiendo o nos damos media vuelta?. Y si nos damos media vuelta ¿bajamos la cuesta del tirón o paulatinamente? Para eso cada uno debe estudiar su caso.
Solución/ ebazpena: "Alimento de temporada": Abiaga, Amurrio (Alava) [2010/04/20]
Juan de Aranoa Kalea (Amurrio)
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