2011-09-30

Amarillo como el trigo dorado

Con un golpe de hoz murió. Germinó. Creció. Fue verde esperanza, maduró dorandose al sol en ese triste barbecho donde se sembró.

Con un golpe de hoz murió. Germinó. Creció. Fue verde esperanza, maduró dorandose al sol en ese triste barbecho donde se sembró.

El infinitesimal grano de las espigas que lo antecedieron, se transforma y se alimenta, muchas veces en vano de los minerales y aguas que le rodean y que la tierra les pone a mano.

Poco a poco van creciendo sin apenas notarse.

Pequeños tallos que son la base de las espigas que crecen verdes como el trigo verde. Asumiendo del sol los rayos, ascendiendo en busca de la luz, viendo en ella el futuro al son de los vientos que día a día las mecen y las arrebujan con el frio.

Poco a poco van madurando sin apenas notarse.

El verde pasa al dorado y las espigas se van cargando, de sentimientos e ilusiones; haciendo que este, para el agricultor sea el mejor de los estados. Por muchas cizañas que a su vera hayan brotado la espiga de trigo ha conseguido no arrepentirse de los pasos dados.

La hoz, repentinamente, afilada y asesina, llega para cortar con brusquedad la alegría, de esa espiga que ahi estaba, de esa espiga que crecía.

Pasará el tiempo, y todo volverá a empezar. Germinará. Crecerá. Será verde esperanza, madurará dorandose al sol, aunque no será en ese triste barbecho donde se volverá a sembrar.


Solución/ebazpena:"¡¡¡Te voy a dar una leche!!! ." :Araba kalea, Amurrio (Araba) [2011/09/27]

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