Lo tengo decidido. Ya tengo el hato preparado y tienes ya la albarda sobre tu lomo. En cuanto oscurezca nos echaremos al monte.
Es necesario, esto no puede seguir así; hay que hacer justicia contra el señorito, contra los que avasallan al campesino, contra los que viven de gorra en rodeado de cruces y cálices de oro. Tengo que defender a mis semejantes, protegerles de los males que les acechan y ayudarles cuando lo necesiten.
¡¡Vamos Esparraguito!! ¡¡las montañas son nuestras!!. Todo cuanto veas será nuestro. Todas las hierbas y follajes que te encuentres podrás comerlas. Nadie nos detendrá.
Eso si, no nos debemos alejar demasiado de los caminos. Asaltaremos a quien pase por ellos. En los quiebros de la senda apareceremos por sorpresa, no quedándoles más remedio que someterse.
Ningún otro bandolero nos hará sombra. Y tu serás el mejor caballo que cualquier justiciero hubiese deseado.
Aunque pensándolo bien... ¿crees que nosotros podemos hacer esto solos Esparraguito? ¿asaltar a los que pasen es la mejor manera de dar a cada uno lo suyo? ¿somos los más adecuados para plantar justicia ante el prójimo? ¿o es quizás el tiempo quien lo debe de hacer?
Solución/ebazpena: "El plástico al amarillo...": Landaburu kalea, Amurrio (Araba) [2011/01/11]
Una entrada excepcional tanto por el contenido como por la redacción. ¡Buen trabajo!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con el comentario anterior. ¡Sorprendente!
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