En los albores de la humanidad nosotros, los humanos, eramos muy diferentes. Más bajitos, menos inteligentes, menos sedentarios,... Pero ya en aquellos tiempos tenian, al igual que ahora, ídolos a los que adorar; para lograr una buena cosecha, para abatir una gran presa, para tener un hijo fuerte y sano,... Adoraban, al fin y al cabo, a la tierra, la que les daba de comer y les protegía de todo mal, madre de todas las cosas. Y adoraban de igual modo a las madres, creadoras de vida.
Esa manera de pensar, desgraciadamente, se ha perdido. Ya casi nadie respeta a la madre tierra y lo que hemos conseguido con ello es envenenar el planeta. Tampoco nadie respeta ya a las madres que nos dan la vida. Y sin embargo, decimos que ellos eran primitivos.
Solución/ebazpena: De escalas, escalones y escaleras: Barrio Zubito, escaleras junto a la iglesia, Respaldiza, Ayala [18/07/09]
Entrada a la biblioteca del aulario Nieves Cano, Campus de Alava.
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