Negro asfalto invade nuestro entorno. Negro como el futuro que nos depara o como la mente de más de uno. Negros pensamientos y negras almas. Negros corazones con negros sentimientos.
Negro galipó.
Sentimientos que afloran en nosotros, desde la más remota y oscura profundidad del negro alma. Que nos muestran cosas oscuras y que nos generan cierto rechazo a querer sentirlas de verdad.
Negra brea.
Cuando asentimos a sentirlos de verdad, puede que lleguen a volverse de otro color, de un color llamativo, alegre y que nos inunden de felicidad. Pero aunque no lo hagamos, esos sentires permanecerán adheridos a nosotros como un ligante bituminoso. Como el negro alquitrán.
Zabaleko kalea, Amurrio
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